9 jul 2010

About Kings

No sé exactamente por qué no vi Kings en su momento. Normalmente no falla: serie que empieza, serie que empiezo a ver. Es posible que luego la acabe dejando colgada, o que no pase ni siquiera de la mitad del primer episodio, pero normalmente sí suelo dar al menos una oportunidad a la mayoría.

Pero supongo que Kings la pasé un poco de largo a saber por qué. Así que no la fui llevando al día, con lo que me encontré hace unas semanas que la tenía por ahí muerta de asco. Además, me la habían recomendado bastante, me habían dicho que estaba bastante bien. También me habían dicho que nada, que ni me molestara, que luego me iba a dar mucha pena que se quedase en 12 (13, si contamos el primero como doble) episodios que acaban con un "final" con un montón de posibilidades.

De todos modos, y como yo soy así, no podía ser que tuviera una serie por aquí a la que no le hubiera hecho ni el más mínimo caso, así que empecé a verla.


...Y me acabé enamorando de ella. No es, eso sí, una serie perfecta, todo hay que decirlo. Y creo que el principal fallo que tiene es que te deja una sensación un tanto descolocante. Porque su argumento, su ambientación y prácticamente todos sus elementos, piden a gritos la libertad del cable.

Sin embargo, es una serie emitida en una network (la NBC, nada más y nada menos. Una cadena a la que cada vez me da más la sensación de que le caen proyectos interesantes pero no sabe cómo (o no puede, por los motivos que sea) darles salida en la mayoría de los casos) y eso se nota. Porque a lo mejor es solo una sensación y no algo que se puede ver objetivamente, pero durante los trece (o doce :P) episodios de su primera y única temporada no pude evitar pensar que querían hacer más, que querían enseñarnos más, de lo que finalmente pudieron.

Eso aparte, tampoco es que le viniera bien estar en una network en vez de en el cable. Que las audiencias aquí son las que mandan, y solo hay que ver que se quedó en una sola temporada para entender qué es lo que dijeron.

Una pena, porque descolocante (a ratos) o no, lo cierto es que es una serie bastante más que decente.


Como no es cuestión de ponerse a lloriquear y lamentarse por cancelaciones injustas, voy a decir qué es lo que me gustó de esta serie, lo que me hizo tragarme todos sus episodios más o menos del tirón, teniendo en cuenta que muchos me los vi justo en vísperas de exámenes (y oye, tan mala suerte no me dieron :P).

Me gustó que supiera, poquito a poco y a su ritmo, buscar un punto medio entre lo grande y épico de la historia que cuenta y las idas y venidas de los personajes y sus enredos palaciegos. Admito que, por mucho que me gusten las cosas grandilocuentes y hechas para demostrar lo épico y espectacular que es todo, me gustan en su justa medida. Es decir, de vez en cuando y en momentos concretos, porque cuando es algo continuo pierde su efectividad y su sentido.
Y admito que las historias tirando a folletinescas a veces me pierden, pero suelen cansarme enseguida.

Por eso me dieron una alegría cuando supieron encontrar una manera de hacer las cosas que no se pasara ni por un extremo ni por el otro. Seamos justos: la historia merece su tanto de épica y grandilocuencia, pero si se hubiera quedado en eso, a mí al menos me habría parecido bastante vacía.

Y, sobre todo, me gustó que supiera desarrollar unos buenos personajes, con un reparto que, independientemente de lo bueno o malo de los actores (aquí hay de todo, porque nadie irá a negar lo enorme que es Ian McShane, pero con otros sigo teniendo mis más y mis menos), es de las cosas más acertadas que he visto en mucho tiempo en televisión. Parecía que cada personaje había sido pensado expresamente para el actor que lo interpreta. A eso, además, hay que unirle unos diálogos que a mí me parecieron, en la mayoría de los casos, estupendos.

¿El resultado? Pues unos personajes que, cayeran mejor o peor, resultaban creíbles y lo suficientemente diferenciados unos de otros.
Yo admito que tengo más debilidad por unos que por otros. Por ejemplo, me gustaron mucho Silas y la reina, me sorprendió la manera en que consiguieron no convertir a David en un petardo insoportable, y me tocó mucho las narices Michelle al mismo tiempo que me resultaba más que creíble.

Pero si tengo que elegir un personaje, este es sin duda Jack. Cuando apareció por primera vez, entre las primeras impresiones y la manía que le cogí a Sebastian Stan en Gossip Girl, la verdad es que me dio muy mala espina, porque me pareció un arquetipo como la copa de un pino. Después, poco a poco le fueron dando algo de profundidad y lo convirtieron en mi personaje favorito. Supongo que porque siempre he tenido debilidad por los eternos segundones (especialmente cuando los pobres hacen todo lo que está en su mano (y lo hacen bien) para dejar de serlo), pero no creo que fuera eso solamente. Y es que con Jack me pasaba una cosa: cada vez que salía en una escena, aunque fuera de fondo, podía ver perfectamente lo que estaba pensando.
En parte, me ha servido para reconciliarme un poco (de momento un poco, en el futuro ya veremos. Que de esas caras de intensidad que pone durante la mitad de la serie no me fío, aunque le fueran perfectamente al personaje) con el propio Stan y hacerme olvidar la sosería que lleva encima cuando interpreta a su personaje de Gossip Girl (tampoco es que en ese caso el personaje ayude, que es malo hasta para la serie).
Y es lo que he comentado antes: no sé si será que el personaje estaba hecho para él o que de verdad voy a tener que empezar a darle un poco de crédito al chaval, pero lo cierto es que, sea lo que sea, el nivel de conexión que consigue entre personaje y espectador no es tan fácil de conseguir. O a lo mejor soy yo, yo qué sé.


¿Qué habría cambiado para hacer la serie más redonda? Pues yo lo tengo bastante claro. Aparte de la cadena, quiero decir.

Para empezar, les habría dicho adiós a los dos personajillos esos que salen en cada capítulo y que no le importan a nadie. Ya sé que están ahí por dos motivos: por un lado, para mostrar una especie de "visión del pueblo" alejada de los enredos que se traen entre la familia real; por otro, para ser un comic relief como la copa de un pino.
Y yo lo siento mucho, pero no funciona. Cada una de sus escenas resulta incómoda y fuera de lugar, y solo sirve para sacarte de la historia y que luego tengas que volver a situarte, perjudicando a todo lo demás.

Y ni siquiera puede decirse que nos dé una visión del otro lado de la historia, del de los habitantes de Gilboa. De hecho, esta visión fue algo que eché bastante de menos. Habría venido bien crear otro personaje, no a estos dos petardos, que sirviera de nexo entre un mundo y otro. Un ayudante, un sirviente (con media neurona y algún propósito en la historia, quiero decir) que viviera en ambos mundos y nos pudiera mostrar un poco de cada uno. Habría sido interesante y no totalmente gratuito, como ocurre con estos dos.

La última pega que le voy a poner es que me dio la sensación de que los capítulos, a pesar de ser una historia que pide continuidad y que en realidad la tiene, a veces me resultaban un poco inconexos. Cuando pasaba de un capítulo al siguiente no me parecía que la historia fluyese, sino que la visión era más algo así como un conjunto de historias cortas, con el mismo mundo y los mismos personajes, pero relativamente independientes.
Lo que podría ser aceptable, de no ser porque en realidad no es así. La serie cuenta una única historia que se desarrolla a lo largo de varios capítulos, no varias historias independientes. Y esa es la visión final y lo que supongo que realmente es.

Pero bueno, esos detallitos aparte, es una serie con la que he disfrutado muchísimo y que me ha dado mucha pena ver acabar. Porque utiliza una historia prometedora (y el que sea una historia conocida y que todos sepamos cómo acaba me resulta totalmente indiferente), en principio desarrollada de forma bastante interesante y con unos personajes bien construidos.
Una pena que tuviéramos que decirle adiós y nos quedáramos con ganas de más.

¡Saludos!

PD: Me estoy ventilando Big Love a velocidad supersónica. Y la segunda temporada me está gustando más que la primera.
PD2: Soy lo peor... Yo que empecé a ver esta temporada de SYTYCD simplemente porque soy la tonta de las coreografías y derivados, y por pasar el rato, y aquí ando, mordiéndome las uñas por enterarme de qué leches pasó con Alex anoche, porque, por supuesto, los spoilers son malos malísimos en estos casos, pero más que aceptables en cualquier otro. Y si hasta esta noche no me pongo a ver el programa, hasta esta noche no me entero. Mal que les pese a mis uñas :P.

4 comentarios:

Warren Keffer dijo...

La primera de Big Love es ligerita, pero tiene suficiente calidad y encanto como para enganchar mucho. La segunda mejora sustancialmente. Con la tercera no tardaré mucho en ponerme.

Kings están en mi lista de pendientes. Me obligaré a verla tras acabar Los Tudors.

Lo de que su principal problema era que no estaba en cable lo he notado muchísimo con una serie también fallida: Swingtown, una de la liberación sexual de la sociedad en los setenta o por ahí. No puedes hacer una serie de sexo guarro sin sexo guarro. Las escenas de orgías eran de risa, y las de cama eran irse a la habitación, fundido en negro y aparecer vestidos en la cama al día siguiente. Una pena, la serie tenía potencial y personajes interesantes, pero no fui capaz de acabarla (y la prota, que era la rica en Deadwood, es una pedazo de milf xD).

satrian dijo...

Sus diálogos evocan más a una obra de teatro que a una serie, los escenarios maravillosos, los actores sobresalientes, una trama bien hilada, una pena que el público estadounidense no esté preparado para estas delicatessen, la "mayor" creía que con el argumento bíblico reclutaría a parte de la población, ilusos.

Yorch dijo...

Yo dejé Kings en el tercer o cuarto capítulo y no la he retomado, no me enganchó.

Big Love sí que me gusta, acabé hace poco la 3ª temporada y me sigue encantando.

Saludos!

BabyCatFace dijo...

Warren, en este caso el que no esté en una cadena de cable le hace más daño porque no es una serie que de primeras fuera a dar grandes audiencias, y a veces da la sensación de que intentan captar público cortándose un poco a la hora de hacerlo todo más continuo (lo que decía de los episodios un poco inconexos), lo que no tiene ningún sentido, porque realmente no cuenta más que una historia... O lo que pasa al principio con el personaje de Stan, que parece sacado de Gossip Girl tal cual, cuando en realidad el personaje es mucho más interesante (y coherente) que eso. Al menos las escenas de sexo tampoco son TAN relevantes aquí (aunque en un par de momentos concretos sí las eché de menos), porque si no también suelen ser de risa los fundidos en negro xD.
Y con Big Love empecé muy bien sin saber qué me iba a encontrar, pero la primera temporada la verdad es que me gustó. Y la segunda me está pareciendo mejor, así que de momento no le pongo pegas.

Satrian, se me olvidó comentarlo, pero los escenarios fueron una de las cosas que más me llamaron la atención de la serie. En cuanto a los actores, pues yo sigo pensando que hay un poco de todo, pero que da igual, porque cada uno está perfecto en su papel, y eso es lo importante.
Una pena que no captase más público.

Yorch, como todo, supongo que es cuestión de entrar o no en la serie. Y si no entras, pues mejor no perder el tiempo xD.
Con Big Love, pues eso, la primera temporada me la vi a un ritmo medio normal, pero la segunda es que me veo que me la voy a acabar en tres días...